MEMORIAS DEL TIEMPO, es el título de la muestra que presenta los frutos de largas y profundas conversaciones entre Amanda Woolrich y Adriana Comi .  

En esta exposición, ellas comparten sus visiones perspectivas y realidades, invitándonos a reflexionar sobre la memoria y el tiempo a través de su trabajo.

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La memoria y la imagen en movimiento se construyen a partir de fragmentos que, paradójicamente, se perciben en continuo. En estas piezas encontramos las huellas del pasado materializadas en fotogramas que pueden ser contemplados de manera aislada o continua . Esto se debe a que las autoras comprenden la imagen animada desde una perspectiva singular. En muchas de sus obras, es el espectador quien participa activamente en la construcción del tiempo. 

Aunque algunas presentan animaciones en formato audiovisual, la mayoría requiere el movimiento físico del espectador: caminar alrededor de la obra, transitarla, observar los fotogramas pegados en la pared o imaginar el movimiento de esculturas articuladas. Esta aproximación trasciende el medio audiovisual tradicional.

Lejos de buscar un registro fiel de lo que ha sucedido, estas obras construyen desde una perspectiva personal y colectiva los fragmentos del tiempo pasado, para reconstruirlos en un espacio transitable. En la exposición, observamos cómo las autoras experimentan y reconstruyen juntas un tiempo que se recuerda de forma distinta, pero que dialoga en las piezas. La idea de que el olvido y la reconstrucción son dos aspectos de la memoria que se superponen, como un palimpsesto, es central en su trabajo.

Las visiones de la memoria del tiempo de Adriana y Amanda se yuxtaponen en distintas dimensiones, técnicas, narrativas e ideas del movimiento, compartiendo obras que dialogan sobre sus percepciones del pasado. Estas visiones, naturalmente diferentes, crean conexiones insospechadas entre elementos formales y técnicas que, lejos de parecer dispares, son generosas al permitirnos ver relaciones no evidentes desde una mirada cotidiana. La muestra se caracteriza por su riqueza técnica; Adriana Woolrich y Adriana Comi han creado un lenguaje propio para dialogar sobre la complejidad y multidimensionalidad de la memoria y el tiempo.

Cada obra es un fragmento de un diálogo continuo que se completa con la participación activa de quienes las observan. La interacción física y mental con las obras es fundamental para desentrañar las múltiples capas de significado que componen esta exposición. Invitamos a las personas asistentes a transitar estas piezas, a reconstruir y reinterpretar, a conectar los fragmentos con sus propias memorias y a permitir que la imaginación teja muchos y frúctíferos diálogos creativos.

 

Tania de León Yong

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